Por Marta Mora, Responsable de PRL-Medio Ambiente, Linneo Health
A pesar de su relativamente corta trayectoria, la industria del cannabis –y, en especial, aquellas compañías involucradas en el área de cultivo– ya ha puesto el foco en buscar formas de mejorar sus prácticas de sostenibilidad y reducir así el residuo ambiental generado.
En Linneo Health priorizamos las políticas y prácticas verdes que fomentan la sostenibilidad en el uso de nuestros recursos. A continuación, explicamos algunas de las medidas implementadas para minimizar nuestro impacto medioambiental.
El cannabis es una planta que requiere agua en grandes cantidades; por ello, el cultivo en invernadero, al igual que el exterior, implica un consumo intensivo de este recurso. En Linneo contamos con sistemas hidropónicos en nuestros invernaderos: estos utilizan una solución acuosa que contiene nutrientes, además de un medio de cultivo orgánico (sustrato de fibra de coco), en lugar de un sustrato de tierra rica en nutrientes.
De igual manera, mientras que la mayoría de cultivos comerciales a nivel mundial utilizan pesticidas artificiales para proteger las cosechas de plagas y aumentar el rendimiento productivo, el cultivo del cannabis medicinal se aleja de este escenario, ya que no permite el uso de químicos ni pesticidas, de acuerdo a la estricta regulación que rige tanto la calidad como la pureza del cannabis a nivel farmacéutico. Así, para mantener un alto rendimiento en nuestra producción, utilizamos a los enemigos naturales de las plagas que afectan al cannabis. Mediante la introducción de los depredadores específicos de estas plagas, somos capaces de generar un equilibro biológico y natural en nuestro invernadero que permite el desarrollo óptimo de nuestras plantas.
En el plano energético, uno de los mayores retos medioambientales de la industria del cannabis –especialmente con el cultivo de interior– es reducir el impacto de los sistemas de temperatura e iluminación extendida artificiales (o DLI: daily light integral por sus siglas en inglés). En Linneo contamos con una ventaja geográfica que nos permite minimizar el uso de este consumo energético, gracias a la ubicación de nuestro invernadero en Murcia, una de las regiones más soleadas de Europa, con una temperatura media diaria de 24 ºC. Además, disponemos de sistemas automatizados que permiten atrapar el calor del sol cuando es necesario, y también proteger a nuestras plantas de las altas temperaturas que puede alcanzar esta región. Esto supone un punto diferencial con respecto a los cultivos en Norteamérica, donde es necesario aportar luz y temperatura artificiales durante todo el año.
La generación de residuo orgánico proveniente del cultivo es una consecuencia natural inevitable en nuestra industria. A pesar de que el desecho de este residuo presenta enormes dificultades por su estricto manejo, de acuerdo con las regulaciones medioambientales, en Linneo este material es oro. Gracias a la colaboración de una empresa local de gestión de residuos, nuestro material desechable se destina a generar biogas, una fuente energética alternativa y renovable.
Personalmente, me siento muy orgullosa del compromiso de Linneo para reducir su huella medioambiental a nivel operativo. A medida que cada uno de nosotros muestra un mayor compromiso con el medio ambiente a nivel individual, resulta gratificante trabajar en una compañía que da la importancia necesaria a su responsabilidad hacia el planeta, y que replantea el status quo tomando conciencia y acción por el cambio. En Linneo, además, planeamos seguir avanzando en este aspecto, con la introducción de paneles solares fotovoltaicos –una opción bastante evidente, dada nuestra situación geográfica– para alimentar nuestras instalaciones. También se está invirtiendo en nuestra infraestructura de energía local, incluyendo nuestra red eléctrica, que reemplazará el uso de los generadores instalados actualmente.
Estamos trabajando en realizar un Estudio de Huella de Carbono para conocer nuestros niveles de emisión y poder establecer medidas que reduzcan nuestro impacto ambiental; formas de trabajo más limpias y respetuosas con el medio ambiente.
El cannabis medicinal está contribuyendo significativamente a las vidas de los pacientes necesitados de todo el mundo. Es nuestra responsabilidad optimizar el impacto medioambiental que generamos para contribuir a la sostenibilidad de la industria, al igual que contribuimos con un impacto positivo a nivel social. Continuaremos siendo audaces y cumpliendo nuestros compromisos. ¡Queda mucho por hacer!